En el momento en el que nuestros hijos o hijas ingresan en un centro terapéutico, la comunicación con el centro sobre el proceso terapéutico es clave en la evolución y recuperación del paciente. A menudo, la falta de comunicación o de información genera malestares, angustias o creencias falsas a las familias. También ocurre lo mismo con el exceso de información. Tanto uno como otro pueden generar cierta desinformación que sería perjudicial para los jóvenes ingresados. Las familias, para poder favorecer la recuperación de los hijos e hijas, deben poder conocer en todo momento la evolución que éstos hacen, pero a través del canal adecuado y con frecuencia, rompiendo la comunicación con el paciente. Esta fase es muy dura y difícil para las familias, que están lejos de sus hijos y no poder comunicarse con ellos les genera inquietud. Por eso es muy importante mantener el contacto con el centro utilizando todos los canales que éste ofrece y haciendo un uso adecuado y respetando en todo momento las orientaciones de los profesionales.
Los canales de comunicación son varios:
Comunicación antes del ingreso
La primera comunicación fundamental que recibe la familia es la información sobre el centro antes de que el hijo ingrese. Se trata de un momento clave, ya que las familias están agotadas, desbordadas, y deben tomar una decisión por la que no están preparadas. En Font Fregona, en la primera visita ya se ve la experiencia y la profesionalidad del centro. Hacen una visita personalizada de 3 horas durante la cual no sólo explican todos los aspectos referentes al ingreso y al proceso terapéutico sino que enseñan todo el centro y se puede ver cómo viven el día a día los chicos y chicas ingresados. La transparencia del centro en esta visita genera una confianza que será necesaria en el momento en que el hijo o hija ingresen.
Informe semanal
Una vez ingresado el joven, comienza un período de no comunicación con el hijo o hija hasta que se puedan tener las primeras visitas. A partir de ese momento comienza la segunda comunicación, la llamada telefónica tan esperada ya la vez temida de los jueves con el EAF (equipo de atención familiar). Estas llamadas son claves para entender la evolución del paciente. Son llamadas largas, en las que desde el centro se detalla cómo ha ido la semana y las diferentes situaciones, tanto positivas como negativas que se han dado. Las familias reciben al detalle cómo está el hijo o hija y al mismo tiempo pueden preguntar todas las dudas que tengan. También orientan a la familia sobre el tipo de mensajes que hay que dar a los hijos o cómo preparar la visita del fin de semana en caso de que los haya.
Comunicación con los terapeutas
En tercer lugar, está la comunicación con los profesionales médicos. Las llamadas con psicólogos o psiquiatras ayudan a entender la evolución del paciente desde una mirada médica y no tanto desde su actitud en el día a día. A menudo, como son los que reciben al paciente de forma individual, comienzan a vislumbrar algunos cambios antes de que el paciente los muestre ante el grupo y pueden dar a las familias algunas informaciones añadidas y diferentes de las que da el EAF.
Comunicación con los docentes
En cuarto lugar, los docentes de la escuela también comunican con las familias siempre que sea necesario. Realizan informes trimestrales de la evolución académica, y responden a cualquier pregunta de los familiares. Los jóvenes ingresados están en edad de formación. Su situación a menudo les ha llevado a un fracaso escolar del que creen que no saldrán. Los docentes en Font Fregona les ayudan a recuperar el gusto por el estudio y la confianza en sí mismos ofreciéndoles la oportunidad de conseguir una formación que será necesaria en su proceso de reinserción.
Todos estos profesionales trabajan en red. Sólo mediante este trabajo sistémico entre los diferentes profesionales, pacientes y familias se puede alcanzar el éxito terapéutico. Y además de estos canales, hay otros muchos también fundamentales. Las charlas de familias cada tres semanas organizadas por profesionales del centro en torno a diferentes temas sobre el proceso, los mensajes que las familias envían tres veces por semana a los hijos e hijas, las cartas que los chicos y chicas envían a los padres y madres, las reuniones con el paciente, la familia y el EAF en los días de visita, y las conversaciones entre el paciente y la familia cuando hay visitas o salidas, son también parte del proceso comunicativo. E incluso cuando se corta la comunicación con el paciente por parte de la familia por recomendación terapéutica también es comunicación y el mensaje es claro: tienes que hacer un esfuerzo por cambiar.
Grupo de padres
Mensualmente se llevan a cabo reuniones psico-educativas del grupo de padres, moderadas por una de las terapeutas. Este espacio es fundamental para el proceso de aceptación y aprendizaje que realizan las famílias. Asimismo, permite el necesario desahogo y compartición de dudas, inquietudes y emociones en un entorno en el que la empatía, la comprensión y el acompañamiento son mutuos y muy necesarios.
Complementariamente, las reuniones del grupo de la asociación permiten extender ese recurso en el tiempo, más allá del ingreso. Resulta muy enriquecedora la experiencia de las familias de ex internos, que aportan una visión global desde la perspectiva de haber pasado por todas las fases. Asimismo, las familias disponemos de un canal directo de comunicación con el resto a través del grupo de Whatsapp, canal del que cuidamos, utilizamos con diligencia y que nos recuerda que somos tribu y estamos allí unos por otros.
Hay que tener en cuenta cada detalle, cada palabra, cada letra escrita en una carta, cada conversación con el EAF (Equipo de Atención Familiar) o con los distintos profesionales, las charlas con otras familias, las palabras de nuestros hijos para poder entender el proceso. Un proceso largo, difícil, sinuoso pero necesario para dar una oportunidad a todos estos adolescentes que en algún momento perdieron su camino. Ayudémosles a recuperarlo y tengamos presente que la comunicación es clave para conseguirlo.
Comments